
Este episodio está dedicado a las muchas criaturas que hemos perdido, y las que continuaremos perdiendo. En honor a los delfines rosados quienes murieron en su propio elemento, el agua, debido a la anoxia, en el Lago Tefé. Luego comparto la historia de un pequeño venado que rescaté esta semana. Hoy, me pregunto: ¿Podremos liberar el venado de la vida del alambre retorcidos de nuestras ansias de poder y codicia, antes de que sea demasiado tarde?
Con el Papa Francisco, cuestiono nuestro letargo y la falta de acciones concretas y eficientes para solucionar las crisis cumulativas.
Y, como el venado liberado, regresamos al bosque, a Chiribiquete, donde las voces de nuestros ancestros intentan recordarnos que el arco de la vida humana tiene más de una dimensión, basada en bienes materiales y el éxito arbitrariamente definido. Nuestra conexión a la naturaleza y la divinidad pueden ser nuestras gracias redentoras.
El Amazonas persiste en asombrar, en nuevos trabajos de tierra, escondidos bajo la Selva Esmeralda, y en los esfuerzos renovados de Victorias Amazónicas realies, como Sonia Guajarara, quienes persisten en exigir que se respeten sus derechos y se respete y revalúe su sabiduría. ¿Podremos desperltar antes de que más corrientes de agua se conviertan en fuego?
No comments yet. Be the first to say something!